Época precolombina y virreinal
Dos importantes culturas pre inca se asentaron en la región, la cultura Paracas (600 a. C. al 100 d. C.) y la cultura Nazca (100-800 d. C.). De la primera quedan los mantos de fibras de algodón y lana, conservados en sus colores y textura por las condiciones climáticas y el suelo de la zona, así como los fardos funerarios con momias en cuclillas que muestran el avance en la técnica no solo de la momificación sino también de conocimientos de medicina y cirugía a través de la llamada trepanación. Estas momias fueron encontradas principalmente en Cerro Colorado, en donde tallaron la roca en forma de copa invertida para acondicionar subterráneamente cada fardo. Según los últimos estudios, habría sido la cultura Paracas la que inició la construcción de geoglifos de enormes figuras antropomorfas y zoomorfas en las laderas de los cerros en Palpa. Se distinguen porque sí pueden ser vistas desde las pampas aledañas, comparadas con las líneas de Nazca que solo pueden ser vistas desde el aire.
En 1994, las líneas de Nazca fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por UNESCO y constituyen uno de los principales atractivos turísticos de la región. La cultura Nazca también legó una red de acueductos que se utilizan hasta hoy en día y que permitieron el desarrollo de la agricultura del algodón nativo, la especie Gossypium perivianum.
La ciudad de Ica la fundó Jerónimo Luis de Cabrera el 17 de junio de 1563, con el nombre de Villa de Valverde del Valle de Ica, que luego se denominó San Jerónimo de Ica. En 1568 arriba al Convento de San Francisco de Lima una donación de efigies religiosas, cuyas cajas habían sido arrojadas al mar durante una fuerte tormenta y que curiosamente habían permanecido alrededor de la embarcación, pudiendo ser salvadas. Pasados dos años y teniendo noticias de estos acontecimientos, el Padre Fray Francisco de Madrigal de Ica viaja a Lima y recibe algunas de las cajas de dicha donación, a pesar que estaban deterioradas, siendo trasladadas por mar del Callao a Pisco.
El arriero que trasportaba las cajas hasta la Villa de Valverde, se dio con la sorpresa que una de las mulas había desaparecido mientras el dormía. Los vecinos del bosque de Hurin Ica (Ica Baja), encontraron a la mula y pretendieron llevarla a la ciudad. Para su sorpresa, fue imposible que la hicieran moverse del lugar, por lo que convocaron a las autoridades franciscanas para abris las cajas. En una de ellas encontraron al Cristo Crucificado e interpretaron que la imagen quería quedarse en ese lugar.
Por deformación del vocablo Hurin, se derivó el nombre actual de Señor de Luren, patrono de Ica que inspira tanta devoción entre los iqueños. La tradición también menciona las veces que la imagen ha sobrevivido milagrosamente a los intensos terremotos que han asolado la ciudad y la región en los últimos tres siglos y medio, lo mismo que en un incendio que originó el color oscuro de la imagen.
Actualmente la Iglesia está siendo demolida después de los estragos del terremoto del 2007, estando la imagen del Señor de Luren en perfectas conciones, no obstante el 64 por ciento de destrucción del templo.
Hacia 1595 se inicia la trata de esclavos africanos por los españoles que, para el sur del Perú, se comercializaban en Chincha, provincia en donde actualmente se encuentra más concentrada la cultura afroperuana. Esta población fue ocupada principalmente en la agricultura, tanto en los viñedos como posteriormente en los algodonales
https://es.wikipedia.org/wiki/Ica
https://es.wikipedia.org/wiki/Ica
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